El titanio es un material estructural ideal debido a su baja densidad de sólo 4,5 g/cm³, que es un 43% más ligero que el acero, pero su resistencia es el doble que la del hierro y casi cinco veces la del aluminio puro. La combinación de alta resistencia y baja densidad confiere a las varillas de titanio una importante ventaja técnica.

Además, las varillas de aleación de titanio exhiben una resistencia a la corrosión comparable o incluso superior al acero inoxidable. En consecuencia, se utilizan ampliamente en industrias como la petrolera, química, de pesticidas, teñido, papel, industria ligera, aeroespacial, exploración espacial e ingeniería marina.

Las aleaciones de titanio cuentan con una alta resistencia específica (la relación entre resistencia y densidad). Las barras de titanio puro y las varillas de aleación de titanio son indispensables en campos como la aviación, el ejército, la construcción naval, el procesamiento químico, la metalurgia, la maquinaria y las aplicaciones médicas. Por ejemplo, las aleaciones formadas combinando titanio con elementos como aluminio, cromo, vanadio, molibdeno y manganeso pueden alcanzar resistencias máximas de 1176,8-1471 MPa mediante tratamiento térmico, con una resistencia específica de 27-33. En comparación, las aleaciones con resistencias similares hechas de acero tienen una resistencia específica de sólo 15,5-19. Las aleaciones de titanio no sólo tienen una alta resistencia sino que también ofrecen una excelente resistencia a la corrosión, lo que las hace ideales para aplicaciones en construcción naval, maquinaria química y dispositivos médicos.